Bogotá D.C., diciembre de 2021. Si está buscando qué estudiar, lo primero que debe tener en cuenta es que su decisión final ante todo debe ser informada. Este es un proceso que puede generar confusión y frustración, sobre todo entre los más jóvenes.
“Una toma de decisión poco informada sobre la carrera profesional no solo se refleja en cambios muy probables del programa de pregrado, también puede terminar en la deserción universitaria, fenómeno mediante el cual los estudiantes abandonan sus estudios de forma voluntaria o forzada sin comunicar la razón”, sostiene Nataly Contreras Montaño, psicóloga de admisiones de la Fundación Universitaria San Martín.
La psicóloga señala que es clave que el estudiante tenga en cuenta su perfil vocacional en el momento de elegir aquello a lo que planea dedicarse toda la vida y basándose en sus gustos y habilidades. Las variables que intervienen en el perfil vocacional son múltiples; abarcan desde los tipos de inteligencia que diferencian al aspirante, hasta antecedentes académicos, intereses personales, expectativas académicas y laborales, contexto socio cultural y afectivo, y proyecto de vida.
“Además, debe tener en cuenta que si existe un gusto, este debe ser un factor que puede aprovechar como incentivo para investigar de manera autónoma carreras afines, sus contenidos programáticos, campos de acción y proyección laboral. Esto, determinando de manera simultánea si la carrera que busca está dentro de su presupuesto”, comenta Contreras.
Tipos de inteligencia y profesiones más adecuadas
Existen diversas teorías que hacen referencia a los tipos de inteligencia, los cuales tienen en cuenta ciertas destrezas cognitivas que se despliegan o facilitan una profesión.
Por ejemplo, la inteligencia de orden emocional facilita carreras como Derecho, Psicología y Administración de Empresas. Por otra parte, la inteligencia lingüística, propia de los comunicadores sociales, también favorece a las Humanidades y Ciencia Política.
También existe la inteligencia lógico matemática, fundamental en las ciencias exactas e Ingenierías; la inteligencia interpersonal es clave en la Psicología y carreras que impliquen un trabajo social y la inteligencia intrapersonal ayuda al estudio de la Sociología, la Medicina y el Derecho.
Adicionalmente, existe la inteligencia musical, la cual está orientada a carreras como la Ingeniería de Sonido y la Danza, y la inteligencia naturista, de gran aporte para la Biología y la Química.
El proceso, ¿Desde cuándo y quiénes?
Para determinar un rango de edad propicio para discutir el tema de orientación vocacional es necesario evaluar las capacidades cognitivas propias del desarrollo evolutivo del adolescente. En este caso, Contreras sugiere hablar de orientación vocacional en edades entre los 15 y 16 años, considerando que el adolescente en estos estadios tiene un constructor de personalidad más desarrollada y determinada, y esto lo hace consecuente con sus decisiones.
Este sin embargo, no es un camino que debe recorrer en solitario. En las redes de apoyo del adolescente están inmersas sus áreas de ajuste; es por esto que tanto padres de familia y responsables del menor, como colegios y universidades deben involucrarse en el proceso, pero siempre de manera respetuosa, evitando inducir gustos o prejuicios personales. El papel fundamental de estas personas e instituciones es el de orientadores y facilitadores.
Cabe anotar que en Colombia no existe una entidad particular que se encargue del tema de orientación vocacional. “El protocolo de orientación en el ámbito educativo se maneja desde el departamento de orientación de cada uno de los colegios del país, se desarrolla desde el grado décimo y once y se busca que en estos espacios formativos los estudiantes puedan reconocer habilidades destrezas aptitudes que faciliten la escogencia vocacional. En dichos desarrollos también se despliega la aplicación de herramientas psicotécnicas, ferias universitarias y charlas vocacionales, entre otras estrategias”, explica Contreras.
Así mismo, no se reporta una estrategia institucional para reducir las tasas de deserción por una escogencia errónea de la carrera, puesto que las universidades se enfocan más en el tema de permanencia. Lo que sí se observa es que cada institución universitaria tiene la libertad de fomentar la orientación vocacional a través mecanismos como charlas, permitir la asistencia a clases o actividades del programa académico al que se aspira, al igual que asesorías brindadas por psicólogos educativos.
Pruebas psicométricas
Adicionalmente, los futuros universitarios pueden apoyarse en otros recursos, tales como pruebas psicométricas las cuales están diseñadas para medir y evaluar la psiquis de una persona, cuantificando los resultados mediante valores numéricos.
Sin embargo, Contreras advierte que esta puede ser una tarea bastante compleja ya que depende de la disponibilidad, tiempo y recursos de cada institución, así como del acceso a un banco de pruebas. Menciona que entre las herramientas disponibles en el país está el test Explora, que constituye un inventario de intereses y preferencias profesionales.
“Cabe anotar que dichas pruebas deben ser aplicadas por un profesional del ámbito de la psicología ya que cuentan con manuales y categorías estandarizadas que posibilitan una clasificación e interpretación objetiva bajo el conocimiento del profesional”, manifiesta la Psicóloga de la San Martín.
Por último y puntualmente en el caso colombiano, se evidencia que las carreras de Ingeniería, Arquitectura y Ciencias de la Salud (sobre todo Medicina) son las que presentan una tasa de deserción más alta que otros programas, lo que corresponde a su alta exigencia académica y demanda vocacional.
Contreras concluye afirmando que a pesar de que en el país la presión económica ha influido en la deserción universitaria, especialmente a raíz de la pandemia, en la actualidad existe un número significativo de becas, programas y medios que funcionan como facilitadores para satisfacer el deseo vocacional.
Si usted está interesado en recibir asesoría para definir su perfil vocacional, las universidades ofrecen este servicio, en el caso de la Fundación Universitaria San Martín puede encontrarlo sin ningún costo a través de sus oficinas de registro académico y bienestar en dónde también podrá conocer otros beneficios si está interesados en cursar alguno de los programas que ofrece.