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«Soplaviento tiene, tiene de verdad, una cumbia brava, brava, buena pa’ goza» era el coro que se escuchaba en todas las calles y al llegar a la Iglesia parecía un canto celestial.
Domingo 16 de febrero. El ambiente en Soplaviento este domingo era de contrastes. Por un lado, la tristeza que embargaba a todo un pueblo, un departamento y un país que pierde un ídolo y un símbolo de nuestra música. Por otro lado la gente que lo conoció de cerca sabía que Catalino quería una despedida en la que reinara la alegría, al sonar de su amada gaita, tambores y toda la instrumentación que engalana su musica.
Así fue, cuando el maestro iba a su última morada, las calles de Soplaviento parecían un carnaval en las que se asomaban las banderas de Colombia, del departamento de Bolívar en cada una de las casas. Muchos bailaban, niños y viejos, otros lloraban pero nadie se quería perder el acontecimiento que significaba despedir al ídolo del pueblo, al hombre que los logró unirlos a través de su música.
«Soplaviento tiene, tiene de verdad, una cumbia brava, brava, buena pa’ goza» era el coro que se escuchaba en todas las calles y al llegar a la Iglesia parecía un canto celestial que hasta el mas insensible le aguaba los ojos.
Reconocimientos
Desde la mañana varios homenajes y reconocimientos liderados por la administración Departamental del ‘Bolívar Primero’ del gobernador Vicente Antonio Blel y del Instituto de Cultura y Turismo, exaltaron la vida y obra del maestro Catalino Parra.
«Es un día triste porque se nos fue un maestro de la cultura pero también es un día alegre porque eso era lo que significaba el maestro Catalino Parra, que sonaran las gaitas y nos contagiara ese sentimiento de su música» expresó Iván Sanes, Director de Icultur.
El hijo mayor del maestro, Catalino Parra Parra recordó que su padre les dejó una misión muy importante «Siempre nos dijo que aprendieramos el arte de la música y que le enseñaramos a todo el que pudiéramos enseñarle. Eso era lo mas bonito que mi papá tenía, la educación» recordó.
Michi Sarmiento, otro hijo de Soplaviento y reconocido músico bolivarense recordó a Catalino Parra como «todo un señor, sencillo, humilde, tenía un gran corazón y siempre estaba de buen humor. En él encontraba un amigo y un consejo para cada situación» sostuvo Michi.
Se fue el hombre pero desde hoy nace una leyenda que perdurará de generación en generación, gracias a la riqueza de su obra musical. Gracias Catalino Parra.