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 “Estamos viviendo la paz y la tranquilidad de volver a nuestras tierras. Compañeros, sigamos de la mano de la Unidad de Restitución de Tierras (URT) por la cual el señor presidente Juan Manuel Santos ha llegado a nosotros. Él se ha preocupado por todos los campesinos de los Montes de María. Vamos a seguir trabajando, aprovechando los proyectos productivos que nos dan ese ese ánimo para seguir en el campo, y ser la despensa familiar de pueblos y ciudades. Ya lo malo pasó. Estamos viviendo otra época. Pasado el sufrimiento, ahora es el momento de seguir adelante”, fueron las palabras de Alfredo Ochoa, uno de los campesinos asistentes.
El dinero entregado se suma a los $8354 millones invertidos para las ideas productivas, en el departamento. Así mismo, las familias que se graduaron en la implementación de sus proyectos productivos son ejemplo para que muchas más lo logren y, con su trabajo, multipliquen lo invertido. El objetivo es que la inversión y el acompañamiento de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), permita que las familias sean autosostenibles y autónomas.
“Hoy nos encontramos con ustedes los sobrevivientes, que con gran valor y perseverancia le han ganado a la guerra, construyendo paz en sus territorios. Son ustedes los grandes protagonistas, por y con quienes trabajamos para reescribir la historia de Colombia. El día de hacer justicia en el campo ha llegado. Ustedes han recuperado lo que por derecho les pertenece. Son ustedes los dueños legítimos de sus tierras y quienes ahora, con su trabajo, están haciendo de nuevo productivo el campo de Bolívar”, afirmó Claudia Correal, directora (e) de la Unidad de Restitución de Tierras en Bolívar.
En el desarrollo del evento se rindió homenaje a los campesinos bolivarenses que sufrieron las inclemencias de la guerra. Además, se dio un reconocimiento especial a los sobrevivientes que afrontaron con dignidad el duro reto de seguir adelante en la adversidad. Recuperar sus tierras y volverlas a trabajar, son el mejor ejemplo de perseverancia, trabajo honesto y dignidad.
El evento finalizó con un acto simbólico, en el que a un líder de cada vereda presente se le hizo entrega de un árbol frutal, con el compromiso de que lo sembrará en su tierra, como símbolo de reconciliación en los territorios.
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