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Distrito le apuesta a cambio de operador de alumbrado público para 2021

Cartagena de Indias, D.T. y C., 12 de noviembre de 2020. Como es de conocimiento público, el próximo 4 de enero de 2021 se vence la segunda prórroga de la actual concesión de alumbrado público, la cual ha sido operada por 22 años por el concesionario Unión Temporal ECOSODIO S.A.-Electroconstrucciones Ltda.

Con el fin de brindar una solución a esta situación y aprovechar la oportunidad para mejorar el servicio, desde la Administración de Salvemos Juntos a Cartagena presentó un proyecto de acuerdo al Concejo de Cartagena para que se apruebe el uso de vigencias futuras, lo cual permitirá la suscripción de un contrato interadministrativo para implementar la operación, mantenimiento y modernización del sistema en los próximos 10 años.

Sin embargo, en las últimas semanas han sido varios los reparos que se han hecho al proyecto y a la decisión del Distrito de llevar a cabo el convenio interadministrativo. Bajo ese entendido, el alcalde, William Dau Chamat, se permite aclarar que, independientemente de la decisión que se tome en la corporación edilicia sobre el proyecto de acuerdo, esta Administración no prorrogará la actual concesión.

Es decir, en caso de que no se aprueben las vigencias futuras que se requieren para desarrollar el proyecto de modernización del sistema de alumbrado público, se recurrirá a otras opciones para seguir garantizando el servicio en la ciudad, diferentes a la prórroga.

No obstante, es necesario precisar a los cartageneros y cartageneras algunos puntos:

Lo que se encontró

Por más de dos décadas el concesionario Unión Temporal ECOSODIO S.A.-Electroconstrucciones Ltda., ha sido la única empresa que ha tenido el control de ese servicio, el cual, vale la pena aclarar, que no se presta de gratis, es un servicio que todos los cartageneros pagan y por el cual se ha estado lucrando esta empresa.

Esta concesión ha recibido muchas críticas, no solo de los ciudadanos sino también, porque después de 20 años todavía hay lugares de la ciudad que no tienen alumbrado, hay calles y zonas que no tienen un solo bombillo, lo cual se ha prestado para la inseguridad. Tampoco hay un sistema moderno, el tipo de luz es opaca y no ahorra mucha energía.

Además, a lo largo de este tiempo el contrato de concesión ha tenido varias modificaciones, la mayoría para cambiar las responsabilidades del concesionario y los valores de las tarifas.

Dicha concesión iba hasta el 2018, pero como no había tiempo para encontrar un nuevo operador, debido a la interinidad que tuvo la ciudad, en 2018 se extendió por un año más, es decir, hasta 2019.

En 2019, la administración de turno contrató estudio de Findeter para hacer un diagnóstico del sistema actual del alumbrado, así como un análisis de alternativas técnicas, legal y financieramente para desarrollar el proyecto de modernización del alumbrado Público en el Distrito.

Con ese estudio le dieron al Distrito varias alternativas para poder seguir prestando el servicio, pero, como el tiempo no alcanzó para hacer el cambio de operador y se iba a acabar otra vez el plazo de la concesión, en diciembre de 2019, se prorrogó por segunda vez el contrato.

Una propuesta inviable

Antes de prorrogar por un año, el Distrito el año pasado solicitó al concesionario una propuesta para renegociar con ellos. Estos presentaron dos propuestas, una el 27 de noviembre y la otra el 10 de diciembre. En esta propusieron modernizar solo el 23% de las luminarias instaladas. Para eso, solicitaban que se les ampliara el contrato a nueve años.

Pero no era solo eso lo que decían en su propuesta, sino que justificaban el tiempo que pedían porque, según ellos, era el periodo que necesitaban para recuperar la inversión que harían.

¿Cuáles fueron las alternativas de Findeter?

Una vez el Gobierno Salvemos Juntos a Cartagena asumió las riendas de la ciudad, recibió de Findeter el estudio que ellos hicieron, en donde dieron varias alternativas para poder prestar el servicio a partir del 2021.

Entre esas están: Hacer una prórroga, hacer una licitación, un contrato interadministrativo, etc.

Tras analizar los resultados del estudio de Findeter, y habiendo agotado la renegociación y entre las que seguían, se escogió la opción del contrato interadministrativo.

¿Por qué un contrato interadministrativo y no una licitación?

En un principio esta administración manifestó que se haría una licitación pública, y ese era nuestro propósito, lastimosamente los tiempos no alcanzaron. Como todos saben este año ha sido atípico debido a la pandemia.

Además, aunque Findeter socializó con el estudio desde enero y febrero de este año, se debía estudiar en detalle lo que ellos nos entregaron y cada una de las opciones, y solo hasta junio se logró terminar esta tarea, lo cual dejaba al Distrito con unos tiempos muy ajustados que no permitían completar un proceso de esa magnitud.

Igualmente, vale la pena aclarar que el Distrito no está obligado a escoger solo la opción de una licitación, el estudio de Findeter permite otras opciones, todas igualmente válidas y legales.

Es por esto que se escogió la siguiente opción que planteó Findeter, y que incluso estuvo en empate técnico con la concesión, prácticamente fueron calificadas de la misma manera. Esta opción, como todos la conocen es el contrato interadministrativo, el cual permite convocar a empresas del sector público que presten el servicio para que presentaran sus cotizaciones y escoger la que se ajuste a las especificaciones de las necesidades de la ciudad conforme al estudio realizado y represente mayores ventajas de lo que hay actualmente.

¿Para qué se solicitan las vigencias futuras?

Para contar con la disponibilidad presupuestal de vigencias futuras, por la suma de $464.793 millones de pesos, las cuales ampararían los compromisos que se adquieran en los contratos que se requieren para el servicio de alumbrado público (Administración operación y mantenimiento, Interventoría y Suministro de Energía).
La ley señala que todo contrato que sobrepase una vigencia fiscal requiere vigencias futuras presupuestales.

¿Por qué tanta plata?, para pagar los contratos para garantizar este servicio. Además, esa plata sale del recaudo del impuesto de alumbrado público, que los cartageneros pagan todos los meses en la factura de energía.
Los contratos son para: 1) Operación del Sistema, 2) Interventoría y 3) Suministro Energía.

Los beneficios

Como lo ha dicho el Distrito en varias oportunidades, el proyecto que se busca implementar no es solo para que la ciudad no se quede a oscuras. Sino para que haya un cambio y traiga beneficios.
Algunos de estos beneficios son:

– El Distrito será administrador del Impuesto de Alumbrado Público.
– Habrá mayores recursos de excedentes, que se usarán en expansiones para prestar el servicio en lugares nunca han tenido alumbrado, esto mejorará la seguridad.
– El sistema contará con tecnología de punta.
– Habrá disminución del consumo de la energía.
– La tarifa al usuario no se incrementará, y hasta podría ser reducida.
– Habrá ahorro de un 36% del consumo de energía, así se ayuda también a cuidar al medio ambiente.
– Con esta modalidad se tiene la posibilidad de negociar la tarifa de remuneración que puede menor al máximo permitido por la CREG. En la concesión, esto no es posible.

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Cuáles son las empresas
Las empresas que presentaron cotizaciones para la exploración que se está haciendo en el mercado son: Empresas Públicas de Medellín E.S.P. -EPM-, Enel- Codensa S.A. E.S.P y Alumbrado Público de Barranquilla.

No es cierto que haya una preferencia por alguna de las empresas, todas están en igualdad de oportunidades y llegado el momento del proceso, en caso de ser aprobado el proyecto de acuerdo por parte del Concejo, se hará el procedimiento para el contrato interadministrativo y se acogerá la empresa que tenga la mejor opción, y que se ajuste a las necesidades de la ciudad como dijo Findeter en su estudio muy completo.

¿Qué pasa si no lo aprueban?

El mandatario de los cartageneros reiteró que, si no aprueban el proyecto, la verdad sería una oportunidad que se perdería como ciudad para tener un sistema de alumbrado público moderno, hacer inversiones, mejorar el consumo de energía, y muchas más ventajas.

Claramente Cartagena se atrasaría en su modernización y demás beneficios señalados, afectando altamente la parte financiera de los recursos destinados al alumbrado público, siendo la única perdedora la ciudad.