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“Las complicaciones y el riesgo de muerte son prevenibles si se tratan a tiempo”, destaca Jhoana Bonilla Esparza, analista de Epidemiología de la EPS.
Ante la declaratoria de alerta roja hospitalaria por dengue en Cartagena, las autoridades sanitarias y entidades de salud que operan en el Distrito han intensificado las medidas para hacerle frente a la alta ocupación de camas en hospitalización pediátrica producto de la proliferación de la enfermedad.
Fiebre, dolor en los huesos y dolor de cabeza, dolores en las articulaciones, pérdida del apetito y dolor detrás de los ojos son algunos de los principales síntomas que puede presentar una persona al contagiarse con este virus, el cual el transmitido tras la picadura de un mosquito infectado.
“Existen unos signos que son de alarma, como mayor decaimiento, somnolencia e irritabilidad; fiebre persistente, sangrado en las encías, en la orina, vómito persistente, moretones en la piel y dolor abdominal intenso y continuo. Quienes presenten signos de alarma deben consultar inmediatamente a urgencias”, explica Jhoana Bonilla Esparza, analista de Epidemiología de Coosalud EPS.
Y agrega: “ante estas situaciones, no se automedique, acuda de inmediato al médico para que reciba la atención necesaria. Las complicaciones y el riesgo de muerte son prevenibles si se tratan a tiempo”.
En palabras de Bonilla, las cifras de gravedad y letalidad del dengue en la población infantil –que en Cartagena ha llegado a 22 niños fallecidos y 72 más hospitalizados– se pueden explicar debido a que, en los últimos años la enfermedad ha presentado un comportamiento atípico en los menores, pasando desde un cuadro febril indeterminado a un dengue, hasta llegar a un síndrome de choque por dengue. “Los niños son una población más frágil que los adultos y tienen mayor probabilidad de enfermedad grave”, apunta.
Así mismo, la analista de Epidemiología argumenta que los cambios climáticos han producido condiciones que favorecen la proliferación del mosquito que transmite la enfermedad. “Además, se ha introducido en América una nueva especie asiática, el Aedes albopictus que es más resistente que el Aedes aegypti”, puntualiza.
Recomendaciones de prevención
El autocuidado y la responsabilidad compartida son clave para reducir los riesgos de propagación del dengue. Para prevenirlo, se deben evitar los depósitos de agua que sirven de criadero para los mosquitos, con el fin de disminuir la reproducción de los mismos. Para ello, es importante:
Cambiar frecuentemente el agua de los bebederos de animales y de los floreros.
Tapar los recipientes con agua, eliminar la basura acumulada en patios y áreas al aire libre, eliminar llantas o almacenamiento en sitios cerrados.
Utilizar repelentes en las áreas del cuerpo que están descubiertas.
Usar mosquiteros o toldillos en las camas, sobre todo cuando hay pacientes enfermos, para evitar que infecten nuevos mosquitos o en los lugares donde duermen los niños.
Lavar y frecuentemente tanques y albercas.
Perforar las llantas ubicadas en los parques infantiles que pueden contener aguas estancadas en temporadas de lluvia.
Rellenar con tierra tanques en desuso, desagües y letrinas abandonadas.
Recoger basuras y residuos sólidos en predios y lotes baldíos, mantener el patio limpio y participar en jornadas comunitarias de recolección de inservibles con actividades comunitarias e intersectoriales.
