Todos en Colombia, por efectos de la Pandemia de COVID-19, hemos tenido que hacer grandes sacrificios, desde los vendedores estacionarios, trabajadores independientes, comerciantes, empresarios hasta el mismo Presidente de la República.
Se paralizó el país en pleno y esto afloró los graves problemas de Colombia, especialmente de infraestructura en todos los sentidos y sectores, sin excepción alguna.
Lo más grave que expuso esta pandemia fue el gran atraso tecnológico de nuestro sistema judicial, la falta de inversión en infraestructura tecnológica, la incapacidad de nuestros juzgados para mantener informados a los usuarios y abogados a través de páginas web, aplicaciones, consultas en línea, expediente electrónico y algo tan elemental como la virtualización de las audiencias y la actualización de las herramientas para consultas de procesos, que muchos despachos se niegan a utilizarla, con lo cual podríamos tener una justicia más pronta y actualizada.
Por esa incapacidad de modernizar a la Justicia, el gobierno tomó la nefasta decisión de paralizarla, hoy no tenemos acceso pleno a ese derecho fundamental, aunque siempre creímos que el acceso a la justicia era la simple posibilidad que teníamos de presentar una demanda y tener todas las semanas ir a revisar el expediente, a fin evitar que después de esperar varios meses una actuación o una decisión morosa, ésta salga desfavorable, precisamente en la semana que no pudiste visitar el despacho judicial, haciendo incurrir al abogado en una conducta de irresponsabilidad, perdiéndose la confianza en el Estado, cuando precisamente debería hacerse todo lo contrario, esto es, que todas las actuaciones del despacho deben ser publicadas en páginas web, aplicaciones, estados electrónicos, herramientas con que cuentan hoy y por los medios tradicionales, adjuntando la decisión adoptada, para que las partes oportunamente puedan hacer valer sus derechos.
Esto sólo veo que se realiza en la Jurisdicción Administrativa, todo va quedando registrado en la herramienta para consulta de procesos, se notifica a las partes por correo electrónico de toda decisión y actuación, generando más confianza, aunque lastimosamente la mora continúa, que es el problema a vencer.
En Colombia hace mucho tiempo que la Justicia está restringida, no hay un acceso libre, oportuno y actual a ella, y esto lo expuso la pandemia, por ello el Gobierno tuvo que recurrir a la parálisis, a prohibir la visita a las sedes judiciales de abogados y usuarios, muy a pesar de la existencia de las herramientas web TYBA – JUSTICIA XXI, la mayoría de los despachos judiciales del país se niegan a usarlas y a alimentarlas, por simples caprichos. Esa es nuestra realidad.
Reitero el COVID–19 no paralizó el derecho de acceso a la justicia, saco a la luz el grave problema que vive la justicia, y no es de salarios, como nos lo quieren hacer creer..
