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Ernesto Taborda, un periodista brillante y bacán

Ernesto Taborda, ha sido una de los periodistas más carismáticos que ha tenido la ciudad,  su muerte ha sido muy sentida y dolida no solo por el gremio de comunicadores sino por la ciudad y la región en general.

Gozaba del aprecio, amistad y simpatía de todos.

Con su estilo muy particular de escribir, charlar, vestir y caminar, despertaba simpatías entre quienes tuvimos el placer de conocerlo y compartir, y aún, con quienes solo a través de la lectura de sus escritos o historias lograban conocerlo.

Se apagó la pluma fina, se fue el grande, se fue el cronista, se fue el buena gente, el galán, el elegante, pero excelente profesional y buena gente.

La muerte se llevó a un ser humano de una inmensa riqueza y grandeza en cada uno de sus escritos.

A donde iba o bien sea en su lugar de trabajo, lo acompañaba siempre una sonrisa amplia y nunca se le vio molesto o discutir con nadie.

No le alzaba la voz a nadie, era igualmente una de sus cualidades.

Todos lo describen como uno de los amantes de la salsa y bailador como ningún otro.

Más allá de lo profesional que era, Taborda, era un extraordinario amigo y en lo que coincidimos todos es que era un bacán en toda la extensión de la palabra.

La muerte le sorprendió a los 50 años de edad, luego de una tos que se le convirtió en neumonía y le sobrevino un paro cardiorespiratorio en su residencia.

Taborda, le tenía miedo a ir a un hospital o clínica por temor a contagiarse de coronavirus.

Hoy en esta triste partida todos los periodistas de Cartagena le haremos un homenaje colocando en cada uno de nuestros estados en redes sociales, una imagen que simboliza el afecto, amistad, aprecio, cariño y sobre todo dolor por esta repentina muerte y a tan temprana edad.

Se fue el grande, así los describimos sus amigos y colegas.

Nicolás Pareja, director del periódico El Universal donde trabajó más de una década en Cartagena, lo describe como un periodista brillante, generoso, un profesional en toda la extensión de la palabra, cumplía siempre todas las misiones que le encomendaba y un buen conversador.

Dejó todo un legado sobre la forma de escribir y conseguir noticias.

Las crónicas y notas que antes escribía en la tierra, ahora la podrán leer otros en el más allá.

Paz en su tumba y nuestro abrazo de fortaleza y solidaridad para su familia.