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Una pequeña isla de hábitat de aves se la tragó el mar en Bocachica, en Tierrabomba dos cuadras se las comió la erosión, y en Cartagena cada día se siente más la afectación del fenómeno natural. IPCC, Universidad de Cartagena, comunidad y ONGs empezaron un trabajo en conjunto para buscar contrarrestarlo.
El impacto del cambio climático ya lo empezó a sufrir la comunidad de Cartagena y sus corregimientos aledaños en toda su magnitud, y ante esta realidad inminente, varias instituciones, lideradas por el IPCC y la Universidad de Cartagena, con el apoyo de la comunidad afectada y varias ONGs, comenzaron un trabajo a corto y mediano plazo para construir conocimiento y poder contrarrestar el fenómeno natural.
En desarrollo de la primera mesa de trabajo propuesta en el convenio entre la Universidad de Cartagena – Observatorio del Patrimonio Cultural y el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), y que es apoyado por la ONG Anfibia y por el proyecto Colaborartorio Azul, habitantes de los corregimientos de Bocachica y Tierrabomba dieron testimonios sobre el impacto real que están viviendo a causa del cambio climático.
José Gregorio Julio, integrante de la fundación Vigías de Carex, reveló que una pequeña isla, llamada Punta Abanico, que servía como hábitat de aves frente a la isla de San José, se hundió hace pocos meses.
“Esta porción de tierra que era muy importante para el ecosistema desapareció prácticamente ante la vista de todo el mundo, y creemos que fue producto de la ampliación del canal de acceso”, explicó.
Otra afectación que, según los habitantes de Bocachica viene ocurriendo desde hace poco más de 8 años, es la inundación que sufren las calles primera y segunda de este corregimiento cuando sube la marea, al igual que la subida de las aguas que mantiene inundado al fuerte de San Fernando.
CARTAGENA, EN RIESGO
El jefe (e) de la División de Patrimonio del IPCC, Luis García Pacheco, celebró el trabajo colectivo que se inició ayer y dijo que con este ejercicio se busca una apropiación social del concepto de cambio climático.
“En Cartagena se ha hablado mucho de las afectaciones de este fenómeno a nivel académico y lo que estamos buscando ahora desde el IPCC, la Alcaldía y la Universidad de Cartagena, es que las poblaciones que están siendo afectadas por los fenómenos naturales puedan ser partícipes de la solución y nos puedan ayudar a identificar y a mitigar los impactos de ese cambio climático”, expresó.
Según García Pacheco, ese monitoreo que se empezó a hacer permitirá que se conozca a ciencia cierta qué es lo que está sucediendo en cada una de las comunidades, como lo que revelaron en esta mesa de trabajo habitantes de las islas cercanas.
De igual forma, el funcionario indicó que en la ciudad de Cartagena se están presentando varias situaciones a causa del aumento de las lluvias como el colapso de balcones y las inundaciones monumentales en el Centro Histórico, y reveló que en la actualidad en esta zona hay 44 inmuebles en riesgo de colapso y 56 balcones entre regular y mal estado..
“El plan, una vez tengamos un conocimiento más concreto, es que en unos seis meses ya debemos tener una propuesta de mitigación de los impactos del cambio climático tanto en la ciudad de Cartagena como en la zona insular”, sostuvo.
Gonzalo Zúñiga, quien estuvo en la mesa de trabajo en representación del Museo Naval, indicó que el problema de las inundaciones en la zona histórica radica en que la diferencia de altura de sectores como la Bahía de las Ánimas con respecto a la calle se ha reducido bastante, y basta un simple aguacero para que se unan las aguas.
“Está comprobado que hay un hundimiento de la placa tectónica sobre la que está asentada Cartagena, y es de 1 milímetro por año, lo que significa que en cien años van a ser 30 centímetros, lo que es mucho para Cartagena”, señaló.
UNIÓN DE ESFUERZOS
Carlos del Cairo, antropólogo y arqueólogo del proyecto Colaborartorio Azul, señaló que lo importante de este ejercicio multidisciplinario es la integración de los diferentes conocimientos, tanto los académicos como los saberes de las comunidades costeras que viven en constante contacto y están involucrados en estos recursos culturales, con el apoyo de los actores institucionales.
“Vamos a construir una metodología para identificar cuáles son los efectos de ese cambio climático sobre ciertos patrimonios de orden inmueble, llámese fortificaciones, hornos, que se encuentran en las zonas costeras y en las zonas sumergidas, en Bocachica, Tierrabomba, Bocagrande y en el Centro Histórico”, señaló.
En este primer ejercicio, Del Cairo destacó que los testimonios de las comunidades afectadas permitieron identificar que en los últimos años las inundaciones y elementos medioambientales han alterado tremendamente no solamente los bienes culturales, sino también a las mismas comunidades, con efectos devastadores y afectaciones de su hábitat.
El proyecto Colaborartorio Azul es el resultado de la formulación de las estrategias del Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP FORT BAHÍA) del Paisaje Fortificado de la Bahía de Cartagena de Indias.
En la primera mesa de trabajo, que se realizó en la Universidad de Cartagena, se hicieron presente representantes de la Escuela Taller de Cartagena de Indias, la Fundación Vigías de Carex, la Sociedad de Mejoras Públicas de Cartagena, el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, el Grupo Conservar, el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas y la Dimar.