El proyecto de recuperación del Canal del Dique representa una oportunidad invaluable para transformar la vida de miles de caribeños y preservar algunos de los ecosistemas más importantes de nuestra región, como la bahía de Cartagena y la ciénaga de Barbacoas. Este no es solo un proyecto de infraestructura: es un compromiso con la protección de nuestras orillas, la mitigación del riesgo y el desarrollo sostenible de nuestras comunidades.
Suspender una inversión tan significativa como los $700 mil millones de pesos para este macroproyecto podría significar perpetuar problemas históricos, como las inundaciones recurrentes, la contaminación ambiental y el atraso socioeconómico de las poblaciones ribereñas. Estamos a tiempo de corregir el rumbo.
Invito al Gobierno Nacional a reconsiderar esta decisión con una visión de largo plazo. Recuperar el Canal del Dique es una apuesta por la sostenibilidad, la reducción de vulnerabilidades ante el cambio climático y la construcción de un Caribe más próspero. Es una obra que beneficiará a todo el país y que debe ser entendida como una prioridad nacional.
Hago un llamado a la bancada de congresistas de la Costa Caribe para que nos unamos en una sola voz en defensa de este proyecto. Solo trabajando juntos podremos garantizar el bienestar de nuestra región y el cumplimiento de los compromisos que se han adquirido con nuestras comunidades.
El Canal del Dique no solo conecta territorios, conecta esperanzas. El Canal del Dique somos todos.