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La magia de Twitter y sus sombras

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Por: Freddy Machado, Abogado.

Mientras unos abren una cuenta en Twitter y desde el minuto uno la disfrutan y la asumen como un hallazgo invaluable, otros, en cambio, llegan cargados de odios (Abro hilo…).

El Twitter tiene como antecedentes muy remotos, aquellas libretas de pensamientos en las que las abuelas, y las tías menores, escribían sus reflexiones y coleccionaban frases célebres para mostrar y compartir con los amigos. Desde luego, que a mediados del siglo pasado, lo que estaba de moda eran “Los Diarios”, pero estos eran textos íntimos, muy personales y se usaban para registrar confidencias.

Twitter, como las anotaciones de las libretas de pensamiento, tiene por finalidad, compartir información interesante y permitir interactuar con personas con gustos muy parecidos a los nuestros.

Y, precisamente por esa especial característica, son los optimistas y los soñadores los que más se sienten cómodos en esta red social. Sin embargo, día a día, la plataforma viene siendo invadida por una horda de amargados, fanáticos de la política y gente interesada exclusivamente en atacar, amenazar y ofender.

Estos ataques, en su mayoría, se realizan desde perfiles anónimos y con pocos seguidores.

El Twitter ha sido concebido para transformar, para sumar, para construir y crecer civilizadamente.

El ciudadano que abre una cuenta en Twitter rápidamente descifra su dinámica, sus ritmos y lo más importante, advierte su versatilidad en cuanto a los temas que se comparten: análisis políticos, caricaturas, colecciones, conocedores de cine, cronistas deportivos, estadísticos, historiadores, literatos, mamadores de gallo sofisticados, pinturas y mil cien áreas más.

Pero, una cosa son las motivaciones que inspiraron a los creadores de Twitter y otra muy distinta son las acciones o prácticas equivocada que algunos usuarios emprenden. Estas acciones desdibujan la visión de los arquitectos de Twitter pues en vez de consolidarse como un escenario de saberes y de exquisito deleite, su equilibrio se rompe con ese ejército de “espantapájaros” y reyes del caos, los que en ocasiones logran convertir la red en un campo de batalla.

La plataforma Twitter cambia su esencia cuando los príncipes del matoneo imponen sus puntos de vistas y en especial, cuando se hacen “dueños de la verdad revelada”, la que usan y abusan a sus antojos. Es cierto, son muchos los que asumen esa actitud belicosa y desde sus trincheras, armados de odios, se especializan en descalificar, estigmatizar e insultar a sus opositores y a toda perfil que resulte contraria a sus trinos.

Insistimos, la red Twitter está concebida para poner a volar la imaginación, para construir, para realizar geniales apuntes, para recomendar arte, lecturas, pinturas y dar buenos consejos. Twitter es esa misma libreta de pensamiento de las abuelas y de las tías, pero mejorada 100% por su tecnología de punta.

El odio no debe ser territorio de Twitter.

Desde luego, una cosa es crear una tendencia como un ejercicio de grupo y otra muy distinta es vivir de “tendenciosos”, cazando peleas y promoviendo disputas, agotando y haciendo insostenible los ambientes del sorprendente pájaro azul (Twitter).

Es posible que después de esta reflexión una voz anónima desde su trinchera me diga: “ahora dígalo sin llorar” y de mi parte, me limitaré a replicar:

– A pesar de todo, yo sigo creyendo en la magia de Twitter!

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