Problemas de salud acabaron hoy con la vida de Manuela Quejada, una líder social y folclorista, que entregó gran parte de su vida a formar niños y jóvenes, que hoy son unos talentosos artistas en Colombia y el extranjero.
Su muerte, ha sido muy sentida por la comunidad cartagenera, porque dejó una huella enorme de trabajo, sacrificio, entrega, dedicación y sobre todo de mucha humildad.
Vivía en el sector Central del barrio El Pozón, al lado de sus hijos, la mayoría igual que ella, también músicos y folcloristas, en quienes sembró su vena artística.
Por las manos de ella pasaron centenares de jóvenes que a diario llegaban a recibir sus enseñanzas, las cuales mantuvo a lo largo de más de tres décadas.
Aqui en compañía de su gran amiga, la ex candidata a la Cámara de Representantes Jackeline Perea.
Efraín Villegas, uno de sus alumnos más aventados y hoy Director de la Escuela de Danzas que lleva su mismo nombre, resaltó las virtudes de Manuela, de quien dijo fue la pionera en el barrio El Pozón en fomentar las danzas y grupos folclóricos.
Allí fundó el primer grupo de baile denominado “Los Sabrositos de El Pozón”, en donde logró reunir a un puñado de niños y jóvenes, atraídos por la música y el baile.
Este semillero, explica Villegas, se fue expandiendo y se financiaba a través de rifas, bingos, venta de pasteles y tamales y otro tipo de eventos que permitían la subsistencia del grupo.
Ya con el tiempo cambió de nombre y pasó a ser Danzas de Cartagena, en donde logró mucha notoriedad por la calidad de baile que ejecutaban sus integrantes a través de cumbia, fandango y todo tipo de bailes folclóricos, particularmente palenquero.
Explicó que él se fue de la ciudad para el Ballet Nacional de Colombia y después de varios años regresó a Cartagena y le tocó organizar el primer grupo de Manuela que se desplazó al Carnaval de Barranquilla, en donde gracias a la calidad de sus bailes obtuvo el premio “Joselito Carnaval”.
Su estilo y calidad fueron ganándose espacios en diferentes eventos municipales, departamentales y nacionales y es así como mensualmente cumplían una agenda de actividades que dejaban bien alto el nombre de Cartagena.
Villegas califica a Manuela, como una mujer guerrera, echada para adelante porque trabajar con jóvenes en esto de la danza no es fácil.
Pese a los quebrantos de salud que tenía, Manuela siempre estuvo pendiente de seguir trabajando con sus muchachos.
Indicó que la “guerrera” dejó un gran legado “porque quienes fuimos sus alumnos, hemos extendido esas enseñanzas a otras generaciones, que estoy seguro se mantendrán por muchísimos años, y ya eso es un homenaje y agradecimiento a quien tanto nos enseñó”.
Por su parte Lester González, quien fuera uno de los grandes lanceros de las Fiestas del 11 de Noviembre, también expresó su pesar por esta triste partida y dijo que Manuela siempre fue una líder social que luchó siempre por la defensa de los derechos de los folcloristas.
La velación se cumple en la funeraria Los Olivos sector El Gallo y su sepelio será este domingo a las 10 a.m. en el cementerio Jardines de Cartagena.