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La administración distrital habilitó los 12.03 kilómetros de playa que hay en la zona urbana de Cartagena, para que la ciudadanía vuelva a caminar o a hacer ejercicios, medida que ha tenido una respuesta multitudinaria.
La autorización del alcalde de Cartagena, William Dau, de permitir en la nueva fase de aislamiento de la ciudad, que la ciudadanía pueda caminar, trotar o simplemente mojarse los pies en la playa, cayó como un bálsamo de felicidad para los cartageneros.
Tras más de cuatro meses de confinamiento, en los que una de las medidas más sentidas por la ciudadanía fue la del cierre obligatorio de las playas, para evitar aglomeraciones y contagios, el regocijo ciudadano ha sido tal que, desde que se hizo efectivo el nuevo Decreto, desde las 5 de la madrugada en los 12.03 kilómetros de playa se siente un renovado aire de alegría y esperanza.
Según el mandatario de los cartageneros, esta es una reapertura segura, que responde a los requisitos de distanciamiento, pero que, además, contribuye a mejorar las condiciones físicas y sicológicas en medio de la pandemia.
Una de las razones para reabrirlas está en las estadísticas de Cartagena Cómo Vamos, en las que se registra que para más del 50 por ciento de los cartageneros, ir a la playa es su principal actividad deportiva y recreativa.
Para Julián Rodríguez, residente en el barrio El Cabrero, esta es la primera gran noticia que ha recibido en estos meses de confinamiento.
“El encierro está produciendo efectos sicológicos en algunas personas, y el hecho de poder salir y caminar por las playas o solamente dejar que las olas pequeñas mojen los pies de la gente, es algo tan gratificante como el nacimiento de una nueva vida”, indicó.
Julián, y su esposa Laura, salen dos veces al día a caminar por las playas, desde El cabrero hasta el paseo Peatonal de Crespo, y han sido testigos de cómo ha sido del agrado de los caminantes la reapertura de las playas.
“He visto señores de edad que se quedan largos minutos dejando que las olas pequeñas toquen sus pies. Se quedan pensativos, mirando el horizonte con una sonrisa en el rostro en señal de júbilo”, señala.
LARGAS FILAS
En realidad, según los testimonios de las personas que viven cerca del trayecto de playas, y de los mismos caminantes, desde que se conoció el nuevo Decreto, el número de personas que llegan a diario a caminar o a trotar ha aumentado significativamente.
“Antes sólo salíamos grupos pequeños o los ciclistas, pero ahora el flujo de personas que se ven ejercitándose en las orillas del mar es mucho más numerosa, eso sí, cumpliendo con el distanciamiento social”, dice el abogado Heriberto Julio, residente en el barrio Marbella.
En total, según la asesora de Despacho de la Alcaldía, María Claudia Peñas, se habilitaron los 12,03 kilómetros de playas de la zona urbana, toda vez que garantizan mayor distanciamiento para actividades como caminar o trote, en comparación con los andenes y paseos peatonales.
En la zona urbana se cuenta con las playas de Bocagrande, Castillogrande, El Laguito, El Cabrero, Marbella y sector de La Boquilla, incluyendo Cielo Mar, con un ancho promedio de 57.8 metros cuadrados. En la zona rural se encuentran las playas de Manzanillo, Punta Canoa, Arroyo de Piedra, el sector que comprende Canoas y los límites con Galerazamba. En esta zona rural la extensión de playas es de 39.4 kilómetros, con un ancho promedio de 72 metros cuadrados.
El área de litoral y playas de la ciudad de Cartagena corresponde a 640 hectáreas, de las cuales, 313 corresponde a la zona continental y 337 corresponden a la zona insular.
“Al habilitar las playas estamos facilitando más espacios que garanticen el distanciamiento. No están permitidos los deportes náuticos, ni el ingreso al mar”, señaló la funcionaria.
La idea, según Peñas, es que la reapertura de playas sirva también para enfrentar la pandemia con una de las principales armas: un buen estado físico.
“Para nadie es un secreto, y así lo han dicho en muchas oportunidades los científicos y expertos, es que el coronavirus hace de las suyas en comorbilidades como el sobrepeso y las enfermedades relacionadas con el sedentarismo, de ahí la importancia de salir a caminar”, explicó.
Esta reapertura de playas, según el médico Javier Vélez, también brinda una aleccionadora reflexión, que tiene que ver con lo poco que valoramos las cosas que tenemos a nuestro alrededor y que son miradas con cierto desdén por la mayoría de ciudadanos.
“Cuando teníamos las playas libres para caminar, trotar, nadar y divertirse, casi nadie lo hacía o lo hacía muy poco. Hoy, con cerca de cinco meses de tenerlas allí, a unos cuantos metros, pero sin poder tocarlas, es que valoramos esa gran joya que nos pertenece y que no nos vale nada”, subrayó.
Horarios para hacer ejercicio al aire libre
El decreto 0737 del 15 de julio de 2020, permite el desarrollo de actividades físicas y de ejercicios individuales al aire libre de personas en el rango de edad de 18 a 69 años, por un periodo máximo de 2 horas, entre las 5:00 a.m., y las 8.00 a.m., y de 4:00 a 6:00 p.m.
Los niños y niñas entre los 2 y 5 años podrán realizar actividad física y ejercicio al aire libre los días lunes, miércoles y viernes, por un periodo de media hora, entre las 3:00 p.m. y 5:00 p.m.
Los niños, niñas mayores de 6 años y adolescentes menores de 18 años podrán salir a realizar actividad física y ejercicio al aire libre los días lunes, miércoles y viernes, por un periodo de una hora, entre las 3:00 p.m., y 5:00 p.m.
Los adultos mayores de 70 años podrán hacer actividad física los días martes, jueves y sábado por espacio de una hora, entre las 5:00 a.m. y 8:00 a.m.