A través de su Fundación Puños de Esperanza el ex campeón mundial de boxeo Sugar Baby Rojas continúa haciendo obras sociales con la comunidad y esta vez entregó una silla de ruedas a José Ignacio Muñoz, padre del boxeador cartagenero José Muñoz, quien libró el combate ante Luis Quiñónez Guzmán, el púgil santandereano, quien falleció ocho días después de haberse desplomado en el octavo asalto cuando disputaba el título nacional de las 140 libras en el coliseo Elías Chegwin de la ciudad de Barranquilla, el pasado mes de septiembre.
Hasta el barrio Olaya de la ciudad heroica llegó el ex monarca super mosca del Consejo Mundial de Boxeo, que obtuvo el titulo mundial el 8 de agosto de 1987, para hacer realidad el sueño de este padre de familia que perdió sus dos extremidades inferiores en un accidente de tránsito en la ciudad de Caracas, Venezuela, hace 8 años.
Con los ojos húmedos por la emoción José Ignacio Muñoz, recibió en su humilde hogar la llegada de Sugar Baby Rojas con la silla de ruedas que le permitirá desarrollar mejor sus movimientos dentro de su casa.
“Muy agradecido con Baby por este aguinaldo, agradecido con Dios, que multiplique esta acción conmigo porque la necesitaba”.
Como padre de familia no oculta el dolor que le causó la muerte del boxeador santandereano porque precisamente el día que ocurrió el percance, se enfrentaba a su hijo José.
“Yo ese combate lo lamenté mucho porque no quería que hubiese sido así, yo quería que el hijo mío fuera campeón nacional, pero no de esa manera. Lo lamenté mucho y me duele tanto a mi como a los familiares de él (Luis Quiñónez).
“Psicologicamente nos agarramos de Dios por la salud de él cuando estaba luchando por su vida y dándole mucha fuerza a sus familiares”, agregó
“Mi hijo me dijo yo no quería que mi victoria se me hubiera convertido en una pesadilla”. Y lo que él sufría, lo sufría yo también. Así como la familia de Quiñónez lloró, yo también lloré por él y por mi hijo por lo que estaba pasando porque no hubiésemos querido que fuera así”, aseguró
“Le doy gracias a Dios que los psicólogos lo ayudaron. Yo le dije bueno hijo hay que darle gracias a Dios por que yo me accidente y perdí mis piernas y no tuve necesidad de psicólogo, yo me agarré de Dios”, anotó.
El barrio Olaya de Cartagena, el mismo donde creció y vivió hasta el fin de sus días el ex campeón mundial de boxeo Rodrigo Rocky Valdez (QEPD), se ha caracterizado por ser un sector vulnerable para los jóvenes, sin embargo, para este padre de familia que ha soñado con ver triunfar a su hijo en el boxeo, le imprime con respeto consejos a toda esa juventud que se levanta en su barrio.
“Nosotros nos levantamos en una zona muy difícil, fue duro, luchamos contra todo ese flagelo; pero yo les digo a los jóvenes que hay dos caminos el del bien y el mal; que se le alejen de la droga y si lo hicieron que tienen derecho a arrepentirse porque ese camino no es el correcto. Como padre de familia se los digo siempre, porque este mundo está perverso y no quiero que ninguno caiga en ese campo”.
“EN EL BOXEO UNO SE MONTA A UN RING NO ES PARA HACER ENEMISTADES”: SUGAR BABY ROJAS.
El ex boxeador barranquillero, quien a través de su Fundación Puños de Esperanza ha entregado mas de 100 sillas de ruedas y caminadores a personas del deporte en condición de discapacidad física, manifestó que en el boxeo se monta a un ring pero no para hacer enemistades como la gente cree.
“En el boxeo uno hace muchas amistades, no somos enemigos de nuestros contendores. Y si se llega a campeón del mundo cuidar que no se suban los humos a la cabeza, procurar siempre mantener la humildad, sobre todo, que Dios tiene para los humildes cosas grandes”, indicó Sugar Bay Rojas.
“Yo estaba con el muchacho Quiñónez, sin embargo no crean que por eso yo soy enemigo del otro muchacho (Muñoz), no, así es el boxeo”, reveló.
“Por eso hoy (martes 13 de diciembre) estamos aquí para entregarle esta silla de ruedas el padre de José Muñoz para que él tenga una mejor calidad de vida de ahora en adelante, esto lo hago con mucho cariño”, puntualizó Rojas.