SOS por los juzgados civiles municipales…

Por: Freddy Machado

La pregunta que se hacen los servidores de los juzgados civiles municipales de Colombia es ¿qué pasa con la gerencia de la Rama Judicial? Los servidores de estos juzgados vienen soportando una carga laboral excesiva que ponen en riesgo su salud y su estabilidad emocional.

La mejor manera de aproximarse y entender esa problemática (tan compleja), impone echar una revisión muy detenida de las estadísticas de una ciudad en particular: Medellín por ejemplo…

En efecto, si tomamos un juzgado (de los 35 civiles municipales que funcionan en Medellín) y tomamos como punto de referencia el día 19 de enero de 2024, se confirma que se han recibido 85 demandas y 425 memoriales (obsérvese que para la fecha de evaluación, los juzgados solo llevan unos siete días de labores en este año judicial)

La dureza de la carga laboral asumida por los juzgados civiles municipales en Colombia se evidencia en las cifras con las que se cerró el año 2023: se evacuaron un total de 1.700 procesos (salidas efectivas) y el juzgado que se analiza, finalizó el año con un inventario de 950 procesos.

A su vez, conforme al libro radicador, al cierre del año 2023, aparecen contabilizados 1.861 procesos en el juzgado de la referencia. Estos guarismos llaman la atención al confrontarlos con los registros existentes en los juzgados civiles del circuito pues esos despachos en Medellín contabilizan unos 500 procesos y en su mayoría son segundas instancias y acciones de tutelas.

Es necesario entonces entrar a revisar también el tema de las tutelas pues conforme el Decreto que reguló las competencias y que promovió en su momento el Ministro de Justicia Gil Botero, prácticamente el grueso de estas acciones se asignaron a los Jueces Municipales.

Pues bien, en un escenario tan desfavorable para los jueces civiles municipales, además de las competencias iniciales previstas por el Código General del Proceso, debemos sumarles otras actuaciones: las pertenencias de la Ley 1561 de 2012, las pruebas anticipadas, las comisiones, la insolvencia de persona natural no comerciante, las servidumbres de energía y la decisión de objeciones en negociación de deudas

Insistimos, en Medellín los Juzgados Civiles Municipales tienen una carga que supera los 1.500 procesos en sus inventarios. Esa es una cifra irrazonable de procesos que impide una respuesta óptima en favor de los usuarios.

Y en otro espejo, tenemos que los juzgados de pequeñas causas de reciente creación tienen asignados entre 2.000 y 6.000 procesos.

La Oficina Judicial ya ha anunciado que tiene para repartir unas 2.000 demandas. Lo peor es que muchos juzgados civiles municipales de Medellín están cerrados en este momento, por los arreglos a la edificación. Todos esperando que los contratista finalice las obras. En los pasillos los judiciales aseguran que los trabajos en La Alpujarra seguirán hasta mayo o junio de 2024, afectando la dinámica de la capacidad de respuesta de esos despachos.

Es imprescindible entonces que la gerencia de la justicia gestione soluciones más eficientes y por eso el SOS con el que se ha titulado la columna. Los usuarios están muy sacrificados y los judiciales están acosados por el estrés, los infartos y su salud mental.

Es bueno precisar que las referencias a Medellín las hicimos para ilustrarlos a plenitud sobre la sobrecarga que sufren todos los juzgados del país. Es necesario que la @judicatura entienda que ante situaciones excepcionales se requieren soluciones extraordinarias (y un mayor compromiso) para bien de “los ciudadanos de a pie” como ahora suele llamarse a los usuarios.