Lleva muchos años dedicados al turismo y a vender una imagen positiva no solo de Cartagena sino de Colombia, y es un férreo defensor de esta actividad económica, que el presidente Iván Duque llamó el nuevo petróleo.
Sin embargo, a Rodrigo Maldonado, reconocido empresario del turismo, quien ha sido presidente de la Asociación Nacional de Agencias de Viajes y Turismo, Anato a nivel nacional y local, le preocupa lo que está pasando con Cartagena.
Los continuos accidentes marítimos, los atracos a embarcaciones, el descontrol con que se desplazan las embarcaciones por el mar Caribe y las constantes estafas y acosos a turistas y visitantes, lo tienen con los pelos de punta.
Ha sentido tanta impotencia que publicó en sus redes sociales “acá envío ejemplo de falta de control por parte del Estado en Playa Blanca: invasión espacio público por parte de nativos y extranjeros con edificaciones con alojamiento y restaurante” y acompañó este texto con tres fotografías que son dicientes de la realidad que está denunciando.
Así mismo denunció el daño ecológico que se está cometiendo contra esta exótica zona insular de Cartagena ya que allí no se cuenta con servicios públicos, lo cual atenta contra la salud pública situación que no garantiza una buena disposición de residuos sólidos y orgánicos, los cuales terminan contaminando playa, mar y áreas de mangle.
Igualmente se queja de los constantes abusos en los precios de los artículos que venden y las estafas que se cometen contra los turistas y se amparan bajo el sello de “autorizados alcaldía” que le colocan a los menú y por ello se pregunta, ¿ cuándo será que se ejercerá autoridad y control?.
También dijo que están pasando cosas muy graves y las autoridades al parecer no se están dando cuenta o se hacen los que no ven.
Manifiesta que a diario se encuentran con el grotesco espectáculo de una playa con choza, donde se venden alimentos sin vigilancia sanitaria, que ocupan y explotan el espacio público sin ningún permiso ni control.
Por ello, propone que se debe construir con urgencia una política seria del turismo, hay que revisar las normas del sector, que sea una política sostenible, con una legislación clara que pueda soportar el crecimiento de esta actividad que genera tantas divisas al país y a Cartagena.
El turismo ha tenido un crecimiento desbordado y a ello se suma que no hay reglamentación sobre los prestadores de servicios turísticos, lo cual hace vulnerable a los visitantes de practicas ilegales por algunos de los servidores.