“La paz es de todos, no es solo de los gobernantes ni de los funcionarios”, así empezó su mensaje a las víctimas, Américo Arellano, un campesino que vivió el conflicto armado en el corregimiento de Zipacoa, quien participó del conversatorio que realizó la Unidad para la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas de Bolívar y San Andrés, en el municipio de Santa Rosa de Lima, en a conmemoración del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las víctimas.
Lo acompañaron Tomasita Vidal y Carmen Montiel, mujeres emprendedoras, ejemplo de reconciliación, quienes gracias a su capacidad de transformar vidas, hoy ayudan a través de su trabajo a que muchas más víctimas salgan adelante.
Carmen es docente por vocación, sueña en su nueva vida después del conflicto armado con tener un título de docente para seguir realizando su labor, que hoy ejerce de forma empírica.
Tomasita es una víctima de violencia sexual, con secuelas psicológicas ocasionadas por el conflicto que no le han impedido seguir adelante. Con la ayuda del Estado y de su familia hoy lidera una corporación de mujeres desplazadas.
Ellas son líderes innatos que ayudan a la construcción de la paz y la reconciliación en sus territorios.
En el conversatorio, moderado por la directora de la Unidad para las Víctimas, Miledy Galeano Paz, se conocieron las historias de estos valientes, que superaron los momentos de dolor, y quienes fueron resilientes en el peor momento de sus vidas.
“Ya no queremos que nos vean como víctimas, somos sobrevivientes y queremos que las personas que vivieron este conflicto salgan adelante. Ya muchos hemos recibido ayuda del Estado y eso nos tiene que servir para cambiar nuestras vidas”, manifestó Tomasita, mujer desplazada de San Antonio (Sucre), que llegó a Cartagena con el propósito de seguir adelante a pesar de las dificultades.
“Queremos que se conviertan en un símbolo de la memoria; sus historias son pasos que llevan a la reconciliación, porque somos más los que estamos comprometidos con la no repetición”, afirmó Miledy Galeano.
Durante la conmemoración, la Unidad para las Víctimas también entregó reconocimientos a Nohemí Porras, Carmen Montiel, Nelis Gelis Sánchez, Rosario Torres, Elida Gómez, Roque Díaz, Tomasita Vidal y Américo Arellano, víctimas del conflicto armado que tuvieron la capacidad de transformar su historia y la de muchos sobrevivientes.
La agenda del evento, que contó con el apoyo de la Alcaldía de Santa Rosa de Lima, incluyó un acto simbólico de entrega de flores en honor a las víctimas que se fueron a causa del conflicto armado y las que se quedaron para recuperar el tejido social y construir un mejor futuro para las nuevas generaciones.
Los actos culturales también se hicieron presentes con el grupo de danzas, el conjunto vallenato de la Institución Educativa Nuestra Señora del Carmen de Santa Rosa de Lima, la banda de viento de Soplaviento y la presentación del grupo de Hip Hop de Zipacoa, que hicieron parte de los aportes de las comunidades y que contaron con el apoyo de las autoridades municipales.
La Unidad para las Víctimas hizo parte de la marcha organizada por la Mesa Distrital de Víctimas en la ciudad de Cartagena.
Conmemoración en la isla
A su vez, la Unidad participó en la conmemoración llevada cabo en San Andrés que contempló una ofrenda floral realizada por la Armada Nacional y un conversatorio con entidades territoriales, donde se presentaron los avances de la implementación de la política. El evento contó con la participación de la subdirectora del equipo de Nación- Territorio de la Unidad, Marta Ramírez
Así mismo, se realizarán otras actividades conmemorativas en la Feria de Servicios en el municipio de San Estanislao de Kostka, el 10 de abril, y una muestra fotográfica el 12 y 13 de abril en un centro comercial de Cartagena, donde habrá un punto de atención para la ciudadanía.