Tras permanecer hospitalizado con problemas respiratorios desde el pasado 15 de diciembre en el Hospital Universitario del Caribe murió el medico Orlando Rafael Salas Gutiérrez.
El Dr. Salas Gutiérrez, tenía 33 años, trabajaba en la ESE Clínica de Maternidad Rafael Calvo en el área de urgencia y sala de partos y en la ESE Cartagena de Indias en consulta externa, donde laboró por varios años, demostrando ser una persona seria, responsable y excelente profesional, que daba todo por brindar la mejor atención a sus pacientes.
Era natural del municipio de Santo Tomás, Atlántico, hijo de Orlando Salas y Janeth Gutiérrez. Estaba casado y de cuya unión hay una hermosa niña de 6 años.
El gerente de la Maternidad Rafael Calvo, Dr. Julio César Luna, expresó sus condolencias a la familia y sus amistades por esta pérdida irreparable y destacó las excelsas calidades humanas y profesionales del Dr. Salas Gutiérrez.
La Subgerente Científica de la Maternidad, Érica Martínez, visiblemente dolida lo recuerda como un ser maravilloso, dedicado y entregado a salvar vidas en medio de esta pandemia.
Lo calificó como un profesional carismático, alegre, risueño, muy comprometido con su tarea y dijo que pide a Dios que conceda entendimiento de su voluntad y mucha fortaleza para superar esta irreparable pérdida.
A la salida del Hospital Universitario del Caribe los médicos, sus amigos y compañeros de trabajo (con todas las medidas de bioseguridad) le harán una calle de honor en momentos en que salga el féretro con sus despojos mortales.
El anestesiólogo David Valdelamar, escribió lo siguiente en redes sociales sobre el fallecimiento de su gran amigo:
«Hoy es un día nefasto para todos los que laboramos en nuestra querida Maternidad Rafael Calvo. Independientemente de cómo se dieron las cosas para nuestro hermano Orlando y su doloroso final nos queda el sinsabor de pertenecer al grupo de seres humanos que somos capaces de dar la vida por nuestros semejantes pero nadie es solidario con las condiciones en las cuales laboramos. Salarios injustos, falta de pagos y desatención social que no garantizan las coberturas mínimas en materia de garantías laborales. Se va un joven profesional, trabajador, de la casa, el amigo de todos, el de la sonrisa amable, el grandulón de la urgencia, el doctor Orla, ser humano con grandes capacidades y sobre todo mucha humildad. Una prematura partida que nos deja el corazón arrugado y los ánimos muy por debajo. Gracias Señor por permitirnos conocerle y en una medida u otra haber compartido con el durante estos años. Recíbelo en tu seno y dale consuelo a su familia. Cuidémonos y cuidemos a nuestros semejantes, que esta pandemia no respeta pinta y nos está quitando personas buenas. Buenas noches.
Dr D. Valdelamar R».