Por: Javier Ramos Zambrano*
Cuando Dumek Turbay era candidato a la Alcaldía compartió en su cuenta de X la foto de un portal que tituló: “200 homicidios, matazón del primer semestre del 2023 en Cartagena”, a lo que el hoy mandatario comentó: “Pero la jefe de Interior dice que la ola de inseguridad y criminalidad en Cartagena es una ‘percepción de redes’. Falta de respeto y consideración… Si Dios y el pueblo nos favorece, esperamos que el Gobierno nacional esta vez sí nos acompañe al Consejo de Seguridad ampliado por la vida. Primera semana de enero de 2024”.
Este viernes, el exalcalde William Dau compartió un post con dos mensajes, el primero, con su foto, dice: “En el gobierno del alcalde falto de autoridad, en enero de 2023, se presentaron en Cartagena 14 asesinatos por sicariato”. Al segundo, lo acompañaba la foto de Dumek: “En el gobierno del alcalde de la autoridad y las vallas, en enero del 2024, se presentaron en Cartagena 35 asesinatos por sicariato”. A lo que Dau comentó: “¿Por qué será que antes, todo lo malo que pasaba en Cartagena era culpa de Dau? ¿Tendrán algo que ver en esto los ‘periodistas de estómago’?”.
Lo cierto es que enero de 2024 finalizó con 35 homicidios y 24 de esos casos fueron en sicariato, es decir, dos casos menos en comparación con enero del año pasado (16 sicariatos de 37 asesinatos).
Es vergonzoso que entremos en un debate sobre qué administración “pone más muertos”, pues este no contribuye a resolver los problemas subyacentes de la inseguridad. El profesor José Villamil apuntó que Cartagena es la ciudad más violenta del Caribe y una de las más peligrosas del planeta en términos de tasas de homicidios por cada cien mil habitantes, por lo tanto, no nos sorprendamos cuando este mes aparezcamos nuevamente en el listado que el año pasado ubicó a La Heroica en el puesto 47, entre las 50 más violentas del mundo.
Nos seguimos llenando de cifras que alarman, mientras los nombres quedan en el olvido. Algunos voltean a otro lado porque “la mayoría de los muertos están en vueltas raras”, otros se indignan (momentáneamente) solo cuando las balas alcanzan a un niño o a un turista.
En Cartagena, desde hace rato, la sangre está corriendo tan rápido como el tiempo, y las diferentes estrategias de la administración distrital (nueva o vieja) no han dado los resultados esperados. Lo peor es que el Gobierno nacional ni se inmuta, pese a que en noviembre de 2023 el presidente Petro escribió: “Quiero que Bogotá, Barranquilla, Cartagena, Cúcuta sean las avanzadas de la nueva política de seguridad de mi gobierno: Inteligencia policial a profundidad para desmantelar las grandes bandas que crecen incluso con ayuda de algunos políticos”. ¿En qué va eso?
Dau dice que Petro no llama al alcalde actual porque él “sabe muy bien quién es Dumek Turbay”. Absurdo de ser eso cierto, sin embargo, hay que decir que el presidente tampoco asistió a un consejo de seguridad en el que Dau lo esperaba.
Cuando el plomo está bajito, se necesitan medidas y políticos con altura.
*Periodista y profesor. Magíster en Comunicación.
