¿Hay algún encargado de poner orden en el Centro Histórico?
Venta y consumo de alucinógenos y licor en el espacio público a la vista de todos; explotación sexual “a la carta” y sin control; contaminación sonora por el ruido de ventas ambulantes, artistas callejeros y hasta evangélicos que portan altoparlantes, a ello, se le suma, buses turísticos convertidos en verdaderos “trenes rumberos”, la pitadera de taxis y demás automotores, denunció el Colectivo Somos Centro Histórico.
La ausencia de aforos permite que calles, plazas y discotecas en las azoteas de inmuebles del Centro Histórico estén por las noches, altamente concurridas por personas, quienes en su mayoría incumplen las normas de bioseguridad, sin un control asertivo de las autoridades, lo que genera temor en la ciudadanía ante un tercer pico de la pandemia del Covid 19 en Cartagena. Al tiempo que aumenta progresivamente, los contagios y se agotan capacidades de atención en la red hospitalaria, en sólo los 13 días de abril son 2.280 contagiados y 26 fallecidos.
Todo este lamentable panorama, sin duda, convierten al Centro Histórico de Cartagena en una verdadera Sodoma y Gomorra (Ciudades bíblicas destruidas por corruptas). Muy a pesar de conocerse disposiciones legales como el Decreto 406 del 08 de abril de 2021, que prohíbe la venta de licor en clubes y corporaciones sociales, éstos funcionan como si nada. En general, las irregularidades son abiertamente visibles para todo el mundo.
Los residentes y visitantes que pernoctan en hoteles del Centro Histórico son los más afectados por esta situación que degrada la calidad de vida de vecinos, actividad económica formal y la competitividad turística de Cartagena a nivel internacional.
El Colectivo Somos Centro Histórico, semanalmente, formula quejas, denuncias y sugiere soluciones en reuniones virtuales con funcionarios de la administración distrital, comandantes de la policía y miembros de otras organizaciones competentes, sin embargo, las irregularidades crecen, porque no hay un auténtico ejercicio de autoridad. Totalmente, acéfalos de una institución que proteja y organice, de manera integral el Centro Histórico, el motor más importante de la economía de la ciudad.
El Colectivo continuará su labor de pedir a las autoridades el cumplimiento de su papel, pese a que en oportunidades se muestran cómplices, y pareciera que no hay interés en proteger el patrimonio de todos los cartageneros.